Una de mis grandes pasiones y pasatiempos es viajar alrededor del mundo y conocer diferentes culturas, así como, historia, geopolítica y cultura general.
Viajar no es un gasto, es una inversión, porque con cada viaje uno aparte de divertirse se enriquece como persona y aprende mucho, para mí, que me apasiona mi trabajo, es muy difícil desconectarme de mi empresa y el viajar es la única manera de desvincularme del día a día y poder mirar el bosque y no los árboles.
A mis 45 años he tenido la suerte y oportunidad de conocer 41 países y muchísimas ciudades, en los próximos años espero llegar a conocer al menos 100 países y muchas ciudades más, cada viaje es una experiencia inolvidable donde no sólo conoces nuevos lugares, historia y culturas sino que puedes aislarte de tus quehaceres diarios, pensar fuera de la caja y planificar tu futuro.
Esta pasión también la estoy inculcando a mis hijos a quienes los llevo a lugares donde pueden, aparte de divertirse, conocer otras realidades y culturas, así mismo, comprueban la importancia de dominar el inglés como idioma universal con el cuál se pueden movilizar y comunicarse con casi todo el mundo.
Para viajar he tenido que mejorar mi nivel de inglés y aprender, a nivel intermedio, otros idiomas como el francés y el portugués, luego pienso aprender lo básico de algunos otros idiomas, nunca debemos dejar de estudiar y aprender.
En cada ciudad o país que viajo aprovecho para leer y enriquecerme no sólo con la cultura del lugar sino con su historia, sus costumbres, su grado de desarrollo y las adversidades que tuvieron que vencer estas civilizaciones para progresar.
Conocer el mundo nos hace ser más tolerantes y flexibles, el mundo es de todos y nos corresponde cuidarlo e imitar lo bueno que ocurre en otras partes del orbe.
El viajar es una excelente forma de culturizarse y descansar del quehacer diario generando los espacios para reinvertarnos y mejorar cada día, en nuestra zona de confort es más difícil generar estos momentos napoleonicos, el viajar nos permite compartir experiencias valiosas con nuestros seres queridos y enseñarles a nuestros hijos que todo se puede conseguir, como conocer el mundo si es que nos lo proponemos y trabajamos apasionadamente para ello, el ejemplo es una excelente forma de educar.
Viajar te abre la mente, es una de las mejores inversiones, porque invertimos en experiencias de vida que nos enriquecen como seres humanos, es un escape de la rutina que te recarga para retomar con más energía, entusiasmo y optimismo tu vida y orientarla hacia dónde quieres llegar.
Cuando te pase algo interesante viaja para celebrar, cuando te pase algo malo viaja para superarlo y cuando no te pasa nada viaja para que te pase.
Alfonso Caillaux
Lima, Junio 2016
