Start Up Nation – La historia del milagro económico Israel

Mba. Angélica Bertha Murrugarra Díaz

Durante el vuelo hacia New York, camino a Panamá, empecé la aventura de leer uno de los mejores libros de narrativa empresarial de los últimos años. Al inicio, la invitación del título me parecía osado para una nación con pocos años de creación. Lo único que se me pasaba por la mente sobre Israel eran sucesos que habían impactado a lo largo de su historia, como: guerras, armamento nuclear, armas químicas y biológicas; pero también sabía que a pesar de contar con limitados recursos naturales habían desarrollado intensivamente su sector agricultura y el sector industrial en las últimas décadas. Con este sesgo empezó mi lectura y grata fue mi sorpresa desde las primeras páginas. Start-Up Nation escrito por Dan Senor y Saul Singer es una lectura obligatoria para quienes se encuentran sumergidos en el desarrollo de innovaciones tecnológicas, para quienes promovemos la innovación como vía para lograr el desarrollo económico en nuestros países o simplemente para quienes quieren evidenciar sobre cómo lograr el éxito en la adversidad.

Este libro nos relata la historia del milagro económico de Israel, país que desde su creación vive en constante ambiente de conflicto y como se ha convertido en un líder mundial en la generación de nuevas tecnologías y empresas tecnológicas (las famosas “start-ups”) y que debería servir de inspiración para nuestro país. Los autores argumentan que Israel ha alcanzado el desarrollo económico con base en conceptos como la innovación, la promoción de iniciativas empresariales y la educación, donde se ve reflejado que  la apuesta por la innovación, el emprendimiento y la educación son factores claves para el desarrollo de un país. Yo le agregaría otro factor distintivo “perseverancia”, pues sin esto ninguna nación por muchos años podría ser consistente como lo está logrando Israel hasta el día de hoy a pesar de los problemas que enfrenta.

Es preciso mencionar que no es un libro basado en teorías sobre tecnologías, sino se centra en explicar cómo el ecosistema de una sociedad puede propiciar ideas empresariales nuevas y que sean motivo de análisis y reflexión. A lo largo del libro se describe de manera práctica como los israelís tienen una cultura anti jerárquica y de improvisación que aplican a sus start–ups e influye en toda la economía. De todos los factores de éxito descritos hay tres temas que desde mi punto de vista deben tomarse con mayor atención:

  • Intervención del gobierno: El desarrollo económico de Israel tuvo lugar en parte gracias a la intervención gubernamental, durante las primeras etapas de su desarrollo económico, las políticas estuvieron orientadas a realizar inversiones de gran escala: carreteras, sistemas de abastecimientos de agua, fabricas, puertos y construcción de viviendas. Luego que el gobierno saturo la economía con grandes gastos en infraestructura, solo se podía contar con el sector empresarial para impulsar el crecimiento, los únicos capaces de encontrar “los nichos de ventaja comparativa”. Esta mezcla de sinergia entre estado y empresa, crea un adecuado ambiente legal para la economía y se encarga de mantener un nivel saludable de competitividad para las empresas.
  • Cultura de la duda y argumentación: Los israelís desde que nacen los educan para que duden, desafíen, innoven, salgan de su status quo, tengan un pensamiento crítico, sean asertivos, tengan un pensamiento crítico e independiente; argumente, las palabras se eligen según la perspectiva, pero todas juntas describen al típico emprendedor israelí. Podríamos inferir que es una cultura parecida a la de un laboratorio de I+D.
  • Cluster empresarial: Un buen ejemplo de implementación de cluster lo tiene Israel, con esto ha logrado un crecimiento exponencial para su economía. Es importante resaltar que los elementos cualitativos son los que contribuyen a un crecimiento sostenible y a un compromiso que trascienda las rivalidades empresariales y esto no es fácil de crear en cualquier nación como lo ha logrado Israel y que otros países no han tenido éxito.

Así como hemos mencionado los factores de éxito de Israel también tienen amenazas reales que tiene que enfrentar día a día y solucionar, como: dependencia de mercados de exportación, deterioro de su seguridad, amenaza nuclear de Irán, infrautilización, fuga de cerebros, baja tasa de participación laboral de jaredies y jeshiva,  deficiente calidad de vida y servicios públicos entre otros. A pesar de esta situación lo rescatable y envidiable para nuestros países es que Israel tiene una cultura única que promueve tanto la innovación como el espíritu empresarial; lo que necesita ahora es la aplicación de políticas que amplifiquen estos valores dentro de la sociedad israelí. Afortunadamente para Israel es más fácil cambiar las políticas que las culturas, caso contrario que pasa en Perú donde el cambio es cultural.

En el Perú, nacen muy buenas ideas que solo dan vueltas y vueltas sin llegar a concretar negocios reales. Según el libro y teniendo el mejor ejemplo es Israel, para que las start-ups encuentren un terreno firme que las sostenga necesitan un ambiente en el que haya una cultura de innovación. La gente debe entender que un start-up es un emprendimiento innovador y de alto riesgo pero con amplias posibilidades de crecer a gran velocidad. Además, el gobierno, las empresas, las universidades,  entre otros, deberían ser piezas fundamentales de  lo que se llama un ecosistema de innovación en el país, es decir un ambiente que acoja a los proyectos y les de las condiciones para desarrollarse. ¿Existe eso en nuestro país?.

Author: clcom

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